Muchos jóvenes piensan en hacerse funcionarios de la administración pública como una oportunidad en su carrera laboral, pero a veces olvidan cuáles son las labores propiamente dichas del puesto que están estudiando.
Las funciones de un auxiliar administrativo suelen tener más peso del que el común de la gente considera, ya que en sus espaldas recae la responsabilidad de encargarse de las llamadas telefónicas, su traspaso a quien corresponda, o la correspondencia, en cuanto a su recepción y envío.
Además del compromiso para hacer este tipo de trabajo de forma correcta, debe mostrarse siempre amable y proactivo con el público. Saber soportar la presión de ser muchas veces la única cara visible de una empresa es para personas con un alto grado de paciencia..
Un auxiliar administrativo también se ocupa de redactar informes mensuales, elabora y actualiza ficheros, archivos y bases de datos. Además, se encarga de llevar las estadísticas de la compañía en caso de que se encuentre capacitado y así se lo requieran.
Si bien puede tener sus actividades ya especificadas, para hacer sólo lo que le corresponda, puede que termine desempeñándose como un “comodín”. Es por eso que sus conocimientos y su habilidad para poder sobrellevar cualquier tipo de situación lo convertirán en un personal muy valioso dentro de la empresa. Cualquier conocimiento que pueda tener como por ejemplo en reparación de PC o mucho manejo de las herramientas informáticas, le darán dentro de su espectro de ascenso un buen posicionamiento.
La lista que puede hacer de un auxiliar administrativo un buen empleado es muy extensa, pero sin dudas puede resumirse en algunos puntos particulares.
Debe ser un empleado muy activo, predispuesto al trabajo y buscando siempre encontrar soluciones para los problemas que puedan surgir. Se espera que además sea una persona muy organizada, porque puede que muchas veces sea la cara visible de la empresa y suele ser el blanco de las preguntas de muchos clientes. Debe ser un empleado con cierto dinamismo ya que debe tener que poder lidiar con los compromisos de sus superiores sin titubear.
Y al tratarse de un sector administrativo, sin duda, debe tener capacidad para confeccionar cheques, realizar o recibir pagos, y conocimiento sobre cuentas. Si tiene buena presencia es mucho mejor, ya sea hombre o mujer, debe corresponder su estilo con el de la empresa.
Y a todas estas cualidades, se puede sumar que los empleadores suelen valorar el constante crecimiento personal, y la capacitación que progresivamente se vaya logrando en diferentes aspectos de su trabajo.